¿Quién soy? ¿Quién soy cuando no me ocupo de demostrarle al mundo lo valioso que soy por lo que “hago”? Son preguntas poderosas de Coaching, para hacernos en este tiempo de pausa/cuarentena.
Generalmente pensamos que nuestro valor se basa en lo que trabajamos o hacemos y no en lo que somos. Pero, la buena noticia es que nuestro trabajo no nos define, somos más que eso.
En ocasiones he tenido la tendencia y el afán de demostrarle a las personas lo que “valgo”, a través de mis “logros”, “profesión” o “resultados”, porque sentía que mi valor estaba en eso, lo que me llevó muchas veces a no poder detenerme de trabajar, para pensar y cuidar de mí, de forma saludable.
En este tiempo de aislamiento físico, es probable que estemos afectados en nuestra identidad/valor porque se nos ha privado de aquellas cosas en quién o en las que, depositamos nuestra seguridad, como ser: el trabajo, los lugares que frecuentamos, tus relaciones, tu auto, apariencia física, tus zapatos finos, etc y eso nos genera un vacío y ansiedad, porque no nos sentimos valiosos.
Si tienes el deseo de encontrar tu propósito de vida, ayudar a otros y alcanzar tu potencial, este es un buen momento para reflexionar sobre esto: ¿Por qué haces lo qué haces? O ¿Quién eres realmente?
Perseguir ser excelente en el trabajo, ser el mejor en tu deporte favorito, adquirir conocimiento, no es malo y contribuye a nuestra identidad, pero la verdad es que, eso no nos define.
Entonces, ¿En qué debo pensar? ¿En qué debe basarse mi valor? Con el tiempo comprendí que:
Tu valor viene con tu esencia
Está dado en las características únicas de tu personalidad
Fuiste diseñado con un propósito
Fuiste creado para dar frutos en beneficio de muchos, tienes todos los dones necesarios para cumplir tu misión en la vida
Eres un ser integral, no solo mente, sino también emociones y espíritu
Piensa en todas las características propias de tu personalidad y a medida que seas más conscientes de ellas, tendrás la seguridad que necesitas para cumplir tu propósito. Eres valioso y tu valor no depende de nadie, ni nada en este mundo, es un regalo que viene con el regalo de la vida.