¿Conoces tu misión de vida? ¿La has puesto por escrito? ¿Estás intentando vivir a la luz de ella?
Quiero contarte algo personal.
Esta cuarentena, como casi todos, no la vi venir y los primeros días estuve a mil por hora trabajando, súper entusiasmada con aprender y aprovechar el tiempo, lo más productivo posible, hasta que llegó un punto en el que me cansé, me di cuenta que soy humana y que también tengo incertidumbre, entré en pánico por algunos días por los desafíos laborales, y lo que más me ayudó a centrarme en lo verdaderamente importante; fue pensar en el cumplimiento de mi misión de vida a largo plazo, esto me permitió ver, que cada partecita de mi vida cuenta, incluso mis sentimientos, eso fue muy liberador.
Esta vida no se trata de una carrera de velocidad sino de resistencia, con un rumbo claro.
Con esto te quiero decir que uno de los principales beneficios establecer tu misión, es que te provee dirección y energía desde adentro hacia afuera.
Estamos en un momento donde las circunstancias externas no son motivadoras y necesitamos encontrar motivación en nuestro interior.
Son muchos los beneficios de clarificar y declarar nuestra misión, enuncié algunos de ellos a modo de incomodarte y animarte a buscar la tuya:
- La misión te impulsa, te da dirección, provee estabilidad y motivación.
- Te mantiene con gozo, que va más allá de un sentimiento de felicidad.
- Te enciende la esperanza de que tu vida es significativa más allá de ti mismo.
- Renueva tu mente, transforma tus creencias en convicciones.
- Canaliza tus energías hacia las cosas que realmente importan.
- Fija límites en tu vida, te protege de ser y hacer las cosas para agradar a todas las personas, y de convertirte en alguien que no eres.
Cuando la escribas, que sea en una frase, que sea comprensible para un niño, y apréndetela de memoria.